Sergei
Mikhailovich Eisenstein nació en Riga, Letonia, en 1898, y murió en
1948, en Moscú. Su padre era un arquitecto judío de origen alemán
y su madre de ascendencia rusa perteneciente a la gran burguesía.
Estudió arquitectura y bellas artes y se enroló en las milicias
populares para participar en la Revolución de Octubre de 1917. Desde
muy pronto se unió al mundo del espectáculo haciendo decorados y
dirigiendo e interpretando teatro para los soldados. En 1920 ingresó
en el Teatro Obrero y poco después fue nombrado su director.
Cuando contaba 25 años, Serguéi Eisenstein puso fin a su carrera
teatral, al ver la artificiosidad del resultado en su montaje de Máscaras de gas, donde, según sus propias palabras, «el carro se rompió en pedazos y el conductor se cayó de cabeza en el cine». Esto hizo que dejara el teatro y se centrara en el medio que le dio prestigio internacional, el cine.
Eisenstein fue un pionero del uso del montaje en el cine. Para
Eisenstein, la edición no era un simple método utilizado para enlazar
escenas, sino un medio capaz de manipular las emociones de su audiencia.
Después de una larga investigación en el tema, Eisenstéin desarrolló su
propia teoría del montaje. Sus publicaciones al respecto serían luego de gran influencia para varios directores de Hollywood.
Con frecuencia no utilizaba actores profesionales para
sus películas. Sus narrativas evitaban el individualismo y en cambio
iban dirigidas a cuestiones más amplias de la sociedad, especialmente a
conflictos de clases. Sus actores eran por lo usual personas sin
entrenamiento en el campo dramático, tomadas de ámbitos sociales
adecuados para cada papel. Su principal mensaje político se basó en la organización, la participación y la lucha «Como quieras, quiero.»
Sus ideales comunistas lo condujeron en varias ocasiones a conflictos con funcionarios del gobierno soviético. Stalin
era consciente del poder del cine como medio de propaganda, y consideró
a Eisenstein como una figura controvertida. Su popularidad se
profundizó más tarde con el éxito de sus películas, entre ellas El acorazado Potemkin (1925), calificada una de las mejores películas de todos los tiempos.
Sus ensayos literarios cinematográficos y sus dotes como orador,
teniendo en cuenta que hablaba además alemán, inglés y francés, hizo que
ejerciera una gran influencia sobre la teoría cinematográfica en la
época.
De 1925 a 1930
En 1925, podrá poner en práctica sus teorías en su primera gran obra, La huelga (Стачка),
aunque él mismo consideró que había fracasado a la hora de hacer fluir
las emociones de los espectadores y que era demasiado teatral. Se
incautó la única copia que había de la película y no se pudo volver a
distribuir hasta después de su muerte, aunque el film llegó a ser
exhibido en Occidente y obtuvo el premio en la Exposición de París en 1925.
Pero será su siguiente película, El acorazado Potemkin,
la que dará a conocer su nombre en todo el mundo, y es posiblemente la
película sobre la que más se ha escrito en toda la historia del cine.
Según Eisenstein, el guion de la película, de Nina Agadzhánova-Shutkó, fue escrito para una película en ocho episodios, 1905, que comenzó a rodarse en Leningrado y pensaba relatar los sucesos de la huelga general. Tuvieron que abandonar el rodaje por el mal tiempo, y se dirigieron a Odesa
a rodar el capítulo dedicado al motín del Potemkin. Eisenstein decidió
entonces centrar la película en ese episodio, y se abandonó su proyecto
de 1905.
Cuando llegaron a Odesa, buscó a los supervivientes de la masacre, e
incluso localizó los dibujos de un francés que había sido testigo de lo
ocurrido. Reescribió el guion y realizó diversos títulos para dirigir la
acción. Aunque los medios eran pocos, gracias a una serie de
experimentos técnicos (pantallas reflectantes, fotografía desenfocada y
plataformas móviles entre otros) obtuvieron resultados asombrosos.
Eisenstein erige su película en 1.290 planos, combinados con genial
maestría mediante un montaje rítmico. Considera innecesarios los
movimientos de cámara, ya que el movimiento está determinado por la
acción y por el montaje, por lo que son escasísimos, y sólo realiza
varios travellings . Destaca la escena de la escalinata,
con 170 planos, en la que el pueblo es brutalmente agredido por las
fuerzas zaristas y donde crea un tempo artificial, que hace que la
secuencia dure casi seis minutos. Prescindirá de simbolismos
intelectuales, y la película, con una espléndida fotografía en la que la
masa se convertirá en la auténtica protagonista de la obra, acabará por
ser considerada la primera obra maestra del cine soviético.
Tras esta gran película realizará dos trabajos más, Octubre, donde narra los sucesos del asalto al Palacio de Invierno durante la Revolucion rusa de 1917, y La línea general (también conocida como Lo viejo y lo nuevo), film sobre la reforma agraria, aunque por los cambios en las leyes agrarias de la Unión Soviética tuvo que adaptar su guion en varias ocasiones. En
estas dos obras, volverá a experimentar con un nuevo lenguaje a través
de las imágenes, pero por su complejidad no llegarán a ser muy bien
comprendidas en su época. Además, en La línea general su protagonista no será la masa, sino una heroína individual, María Lápkina. El estreno de Octubre tuvo que retrasarse cinco meses, pues en pleno proceso de postproducción se enteró de que Leon Trotski había caído en desgracia, y tuvo que quitarlo de todos los planos en los que aparecía en la película.
Su etapa estadounidense
Eisenstein viajó a Europa en 1930 para investigar sobre el sonido, campo que en la Unión Soviética tardó bastante en desarrollarse. Un directivo de la Paramount se trasladó a París
y convenció a Eisenstein de que firmara un contrato para grabar un
disco como solista y para rodar en Hollywood, donde llegaría a cobrar
hasta 900 dólares a la semana. Fue recibido en Nueva York como un genio, y pronto se dedicaría a dar conferencias en las Universidades de Columbia y Harvard. Poco antes de marcharse a Hollywood, se estrenó en un cine de Arte y Ensayo de Nueva York su película La línea general, y los directivos de la Paramount se pusieron bastante nerviosos al conocer sus ideas sobre la colectivización y el comunismo.
Al entrar en los EE.UU, tuvo que jurar respeto a su Constitución, y sufrió distintas presiones para que no usara su gorra típica y para que no llevara barba.
Se mantuvo distante con las estrellas de Hollywood de la época, excepto con Charles Chaplin y a Coleen Moore. Su primer guion para la Paramount, Sutter's Gold, fue rechazado, entre otros motivos porque el Mayor Frank Pease, de tendencias fascistas, lanzó un panfleto titulado Eisenstein, el mensajero del infierno en Hollywood,
en el que entre otras cosas le llamaba «perro rojo» y lo acusaba de
todas las barbaridades, fueran reales o no, cometidas por los bolcheviques.
La Paramount no quería renunciar todavía a Eisenstein y le encargó otro guion, que se titularía An American Tragedy, adaptación de una obra de Theodore Dreiser
que trataba sobre la justicia norteamericana en un juicio por
asesinato, y con el que la productora quedó encantada. El problema fue
que el Comité Fish, antecesor del Comité de Actividades Antiamericanas, estaba actuando contra las actividades comunistas en California y contra la idea de llevar esa novela al cine. Todo esto hizo que finalmente la Paramount rompiera su contrato con Eisenstéin.
Entre 1930 y 1932 Eisenstein visitó México, donde intentó producir una nueva película titulada ¡Que viva México!.
Nada más llegar al país fueron encarcelados tanto él como sus dos
ayudantes de dirección, todos rusos, pero gracias a la intervención de
un amigo español el panorama cambió hasta el punto de que lo
convirtieron en huésped de honor. Llegó a rodar 60.000 mts. de película,
pero la producción se paró debido a que Upton Sinclair,
el novelista estadounidense, dejó de patrocinar la película. Le dijo a
Eisenstein que volviera a Moscú, a donde le enviaría la película ya
rodada, cosa que nunca ocurrió. Upton Sinclair terminaría la película y
estrenaría el resultado en 1933 bajo un título modificado: Thunder over Mexico (Trueno sobre México).
Sinclair acusó a la Unión Soviética del fracaso del proyecto. Con el
material rodado se han hecho seis montajes distintos, pero ninguno por
el propio Eisenstein.
En su etapa norteamericana conoció y se hizo amigo de Paul Robeson, el cantante y activista afroamericano de los derechos civiles.
La vuelta a la Unión Soviética
Profundamente deprimido, Eisenstein regresó a su patria. Sin embargo,
la visita de Eisenstein a Norteamérica lo convirtió en sospechoso para
Stalin, y esta sospecha jamás sería erradicada por completo de la mente
de la élite estalinista. Las siguientes dos películas de Eisenstein
serían censuradas por cuestiones políticas. Por tanto, no pudo culminar
su siguiente rodaje, El prado de Bezhin
(1935-1937), tragedia campesina que será saboteada por el máximo
responsable de la cinematografía rusa, que la considera políticamente
incorrecta. Entonces, al igual que hiciera Vsévolod Pudovkin,
se refugia en la enseñanza y en la elaboración de su teoría sobre el
empleo del color y del sonido, que sin embargo no tendrá ocasión de
llevar a la práctica.
En 1938, Eisenstein dirige Aleksandr Nevski,
que cuenta las andanzas de este héroe nacional ruso, que derrotó a los
teutones en el siglo XIII y y por la que se le concedería el Premio Stalin.
En ella vuelve a hacer gala de su maestría para el montaje. Su
protagonista vuelve a ser una sola persona, no la masa, y desparece su
vigoroso estilo documental para ser sustituido por una delicada
reconstrucción de la historia. Durante el rodaje, se asignó un
supervisor oficial para vigilar a Eisenstein.
A comienzos de los años 40, proyecta Iván el Terrible, una amplia trilogía sobre la figura del zar Iván Grozni.
Plantea el drama del zar como la materialización de las contradicciones
de un político creyente fiel y ortodoxo, que se ve obligado a
enfrentarse con la Iglesia rusa
que no quiere perder sus privilegios feudales. La imagen que presenta
Eisenstein de este zar torturado, que se cuestiona si el poder proviene
de Dios o del pueblo, disgusta a los dirigentes comunistas soviéticos, y
después de recibir el Premio Stalin por su primer capítulo, la segunda y tercera parte, que pensaba rodar en color, son prohibidas.
En 1948, Eisenstein sufrió una terrible hemorragia a causa de un infarto, y murió a los 50 años de edad.
"La vanguardia soviética. Einsenstein".
Filmografía
- El diario de Glúmov (1923)
- La huelga (1924)
- El acorazado Potemkin (1925)
- Octubre (1928)
- La línea general (1929)
- ¡Que viva México! (inacabada) (1930–1932)
- El prado de Bezhin (inacabada) (1935–1937)
- Aleksandr Nevski (1938)
- Iván el Terrible (1943–1945)
- Iván el Terrible, segunda parte: la conjura de los Boyardos (1948–1958)
- Iván el Terrible, tercera parte (inacabada)
- Romance sentimental (Francia, 1930)
- Trueno sobre México (1933)
- Eisenstein en México (1933)
- Día de muerte (1933)
- Tiempo en el sol (1940)
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