martes, 26 de abril de 2011

Muere el joven cineasta euskaldun Aitzol Aramaio


Hoy se nos ha congelado la sangre en las venas al enterarnos de la repentina muerte del cineasta y amigo Aitzol Aramaio. El joven director se hallaba en su casa de Ondarroa, su ciudad natal, compartiendo unos días con su familia. El sábado se acostó en su cama y no se volvió a levantar. Se ha diagnosticado una muerte natural. Tratándose de un joven de tan solo 40 años, parece que en esta ocasión la naturaleza ha decidido presentarse en su vertiente más caprichosa y macabra.

Nosotros tuvimos la oportunidad de conocerle hace once años. Nos unía una pasión común, el cine, y las charlas que mantuvimos fueron francamente interesantes.  Por aquel entonces Aitzol era un joven desconocido. Había estudiado cinematografía y dirigido algunos cortos en vídeo y, en ese momento, trabajaba para la televisión mientras preparaba con entusiasmo el guión de "Terminal", su primer corto cinematográfico. Esta sutil historia construida a base de miradas y, sobre todo, de silencios, relata los diferentes encuentros en un autobús entre un hombre maduro y  solitario, interpretado por el argentino Miguel Ángel Solá, y una yonqui al borde de la muerte, interpretada por Blanca Oteyza (mujer de Solá en la vida real). La fabulosa banda sonora compuesta por Bingen Mendizabal marca el compás del particular baile de estos dos personajes.

Gracias a este agridulce relato el ondarrutarra se reveló como una joven promesa del cine vasco. Su meticulosidad en el trabajo y su gran sensibilidad fueron recompensadas en numerosas ocasiones. "Terminal"  triunfó en festivales de todo el mundo. Entre otros se alzó como ganador en el Festival de Cine Internacional de Cortometraje de Berlín del 2003, obtuvo el premio del público de Venecia (circuito off), el gran premio del Festival de Cine Internacional de Tabor (Croacia) y el del mejor cortometraje español en el Festival de Cine de Cinema Jove.

Tras el éxito obtenido con su primer trabajo a Aitzol le llegó su gran oportunidad, el rodaje de un largo.Su primera y, por desgracia, última película fue "Un poco de chocolate", basado en la novela de Unai Elorria Un tranvía en SP. El cuarteto protagonista no podía ser mejor: Héctor Alterio, Daniel Brühl, Julieta Serrano y Bárbara Goenaga. Es una película amable que destaca por su sencillez y sus buenas intenciones. Cuenta la influencia que ejercen dos hermanos septuagenarios, Lucas y María (Héctor Alterio y Julieta Serrano), sobre dos jóvenes solitarios, Marcos y Roma (Daniel Brühl y Bárbara Goenaga). Con esta película consiguió el Premio Jurado joven del Festival Internacional de Cine de Cartagena.

Últimamente Aitzol estaba muy ilusionado con un nuevo proyecto. En una conversación que mantuvimos hace apenas un mes me comentaba que quería rodar un thriller. Oírle hablar de sus nuevos proyectos era envidiable. Aunque su proyecto más ambicioso y que más sufrirá su perdida es su hija de tres años.

Mandamos un fuerte abrazo a toda su familia y amigos.

- Aitzol, un placer inolvidable haberte conocido. Descansa en paz.

 Esti, Leire e Iñigo.

Para los que no tuvisteis el placer de conocerle os presentamos su corto "Terminal", muestra de su talento y sensibilidad.



lunes, 11 de abril de 2011

Monstruos de hoy (1963)

TÍTULO ORIGINAL     I mostri
AÑO     1963    
DURACIÓN     115 min.    
PAÍS     Italia   
DIRECTOR     Dino Risi
GUIÓN     Ettore Scola, Ruggero Maccari, Dino Risi, Elio Petri, Furio Scarpelli
MÚSICA     Armando Trovajoli (AKA Armando Trovaioli)
FOTOGRAFÍA     Alfio Contini (B&W)
REPARTO     Vittorio Gassman, Ugo Tognazzi, Michèle Mercier, Marisa Merlini, Lando Buzzanca
PRODUCTORA     Coproducción Italia-Francia
GÉNERO     Comedia
SINOPSIS     La película se articula en veinte breves episodios que retratan la fealdad de la Italia de la época del 'boom' económico.
1) "La educación sentimental''. Un padre educa a su hijo para que no tenga escrúpulos morales, pero esto acabará costándole caro.
2) "La recomendación". Un famoso actor finge que ayuda a un compañero cuando, en realidad, no tiene la menor intención de hacerlo.
3) "El monstruo". Dos carabineros se hacen retratar por un fotógrafo.
4) "Como un padre". Un hombre confía en su mejor amigo, ignorando que es el amante de su mujer y, por lo tanto, la causa de todos sus problemas.
5) "Tocada por la vida". Una pobre viejecita es raptada por un director de cine para satisfacer sus manías intelectuales.
6) "El pobre soldado". El hermano militar de una prostituta asesinada vende al mejor postor el diario personal de su hermana.
7) "¡Vaya vida!". Un joven romano que vive en una chabola con su familia, en lugar de buscar trabajo, se va al fútbol.
8) "La jornada del diputado". Un parlamentario democristiano aplaza una reunión importante con un general, que posee valiosas informaciones, hasta que éste se muere.
9) "Latin lovers". Dos donjuanes de poca monta son víctimas de un malentendido en la playa.
10) "Testigo voluntario". A Paola Fioravanti, testigo de un asesinato, casi la acusan durante el juicio de ser la verdadera asesina.
11) "Los dos huerfanitos". Un mendigo, prefiere no proporcionar los cuidados necesarios a su compañero ciego, aún a sabiendas de que podría curarse, para no perder los beneficios que obtiene de su enfermedad.
12) "El acecho" Un guardia municipal muestra toda su maldad.
13) "El sacrificado". Un hombre convence a su amante de que la está dejando por su propio bien.
14) "Estreno". Un padre de familia estrena su nuevo Fiat 500 yendo a un prostíbulo.
15) "La musa". Muestra qué medios hay que emplear para ganar un premio literario.
16) "Que venga el olvido". En una sala de cine, un hombre piensa en su lujosa mansión, mientras en la pantalla se proyectan imágenes de las masacres de los nazis.
17) "La calle es de todos". Un peatón que casi es atropellado, se venga, con su coche.
18) "El opio del pueblo". A un marido que está hipnotizado delante del televisor, su mujer le pone los cuernos en la habitación de al lado.
19) "El testamento de Francesco". La televisión engatusa a un fraile.
20) "El noble arte". Un antiguo representante de boxeadores convence a un púgil retirado, y casi sonado, para que vuelva a combatir. El hombre terminará en una silla de ruedas.

La película marcó una forma de rodar -por episodios- en Italia, y 14 años después el propio Risi, Ettore Scola y Mario Monicelli filmaron una secuela: "I nuovi mostri".

sábado, 9 de abril de 2011

APUNTES SOBRE LA TENSIÓN APARENTE Y EL ESPACIO QUE TRANSFORMA:


Las paredes de la casa crepitaron al unísono, con uno de esos sonidos inmateriales que forman parte del recital habitual propio de las construcciones de madera con decenios a sus espaldas. Generalmente los pilares solo se resienten en los días tormentosos, esos días en los que el viento del norte golpea la costa con súbita terquedad, cuando la espuma del océano sortea el acantilado y perfuma con su obsceno salitre la estancia en la que me encuentro. Pero hoy no es una de esas noches de invierno sino una de esas noches de verano, en las que la calma chicha adormece los corazones y los grillos cantan hasta bien entrada la madrugada.

Sin embargo esa noche era distinta y dentro de esa calma se ocultaba una sorpresa malsana. Alguien había alterado la delicada estructura de la casa al pisar en el suelo abovedado del pasillo. Haciendo de tripas corazón, alcé la voz y pregunte quien va, sin obtener respuesta. El silencio era ahora más intenso e irreal pues yo sabía con toda seguridad que no estaba solo, por lo tanto, el silencio era forzado, artificial. Agarré el atizador de la chimenea y blandiéndolo como una espada interrumpí la aparente calma del paraje con un grito más desaforado, si cabe, que el primero. Entonces esa presencia, aprovechando mi emergente subida de tono, posó su hasta ahora pie ausente en el suelo. La casa crepitó de nuevo y yo, sentado frente al escritorio, no podía hacer otra cosa que enjugarme el sudor de la frente y afrontar que indefectiblemente alguien detrás de la puerta de mi habitación se mantenía expectante ante mis movimientos de oruga.

Tras una pausa que duró tanto como una noche sin luna, el intruso tomo la iniciativa con otro paso y después con otro, y otro. Se dirigía a mi encuentro. Un torrente de sensaciones rodeó mi voluntad paralizando por completo mis articulaciones. No sabia como actuar, el miedo se había echo fuerte en mi interior, ni siquiera sabía como utilizar, en caso de trifulca, el condenado atizador. Me sentía tan acorralado que ni siquiera me había levantado de la silla. Otro paso y otro. Seguro que apenas tres pasos le separaban de mi persona. Sin duda ese inesperado inquilino se había echo con el control de la situación. Esa ya no era mi casa sino la suya, el marcaba la pauta a seguir y únicamente de el dependería nuestro encuentro. Otro paso y otro, hasta que se hizo el silencio absoluto y al fin supuse que ya se encontraba en el umbral de mi puerta. Decidí entonces levantarme y acercarme tímidamente a su encuentro. Ahora eran mis huesos los que crepitaban al unísono, soy un hombre mayor y mis articulaciones ya no son lo que eran. Con todo, si ese condenado se había propuesto acabar con mi vida puedo asegurar que no me encontrará postrado en un sillón sin la menor oportunidad de defenderme, en otras palabras, si esa era mi última noche entre los mortales, lo mejor sería morir matando.

La puerta crujió cuando los goznes desengrasados giraron sobre si mismos y una figura sombría, levemente iluminada por la lámpara de queroseno de la habitación, penetró en la estancia con el mayor sigilo.

Alcé entonces el atizador, dispuesto a hacer frente a esa figura irreconocible con energía, dispuesto a acabar de una vez con todas con semejante sin vivir. Cuando de repente, una voz misteriosamente familiar emergió de aquella sombra impalpable y dirigiéndose a mi persona habló con la mas absoluta resignación.

_¿Que hace con eso en la mano padre? Anda, tómese la medicina y regrese a la cama, se acabó de escribir novelas de misterio por hoy_.

Extraído de “La tensión aparente en el guión literario” por David Rodríguez Muñiz (2010)

sábado, 2 de abril de 2011

Un análisis sobre el cine negro

Primero fue la novela negra; Dashiell Hammet, Raymond Chandler, Willian Riley Burrett, etc...retrataron una época en la que los gangsters, la ley seca, los contrabandistas y una guerra que pronto se haría realidad marcarían una década de los 40 en USA, en la que la moral, el bien y en mal ya no eran patrimonio de nadie. Las leyes eran vulneradas tanto por sus representantes a pie de calle como por los altos estamentos del gobierno; el ciudadano corriente veía con cierta cotidianidad como todos ellos intentaban disputarse el pastel en una lucha cerrada con el crimen organizado. En las novelas el crimen salía de los despachos, las mansiones victorianas... y se ponía a ras de calle, los motivos eran cada vez más banales y hasta el transeúnte más anónimo podía ser un criminal.

El mundo sombrío, sórdido y lleno de sentimientos de culpabilidad del cine negro refleja la incertidumbre y la paranoia que se apoderó de la sociedad americana en aquella década. Aunque fundamentalmente el cine negro es un estilo visual, posee también su banda sonora particular, llena de sonidos urbanos y música de jazz, pero lo más definitivo de ese cine es esa lluvia que cae de noche sobre las calles y edificios de las ciudades. Esos barrios oscuros, húmedos, llenos de bares mugrientos, clubes ruidosos, hoteles baratos de chillones anuncios de neón, prostitutas, gangsters, femmes fatales, detectives privados... todos marcados por las sombras que la noche derrama sobre ellos, metáfora nítida de sus vidas anodinas, con valores morales indefinidos, atmósferas opresivas, corruptas.

Son films llenos de personajes reales, dentro de un ambiente de vicio, corrupción y marginalidad; con un humor sarcástico, violencia, con personajes llenos de pasiones insanas donde el bien y el mal son parte unívoca de sus complejas personalidades. Son gente ruda, directa, y desengañada de la vida con un impulso fatalista que les lleva a adoptar formas de vida a veces reñidas con ley pero en las que de un modo u otro mantienen una “ética” particular que los hace atractivos a nuestra mirada.

Fueron un amplio abanico de largometrajes no siempre muy reconocidos por los críticos de la época pero que el tiempo ha puesto en su justo lugar: Hampa Dorada, Calle sin Salida, Retorno al Pasado, Perdición, Los Violentos años 20, Sed de Mal, La Mujer del Cuadro, El Halcón Maltés, Perversidad, Laura, Los Sobornados, El Cartero siempre llama dos veces, La Casa de las Sombras, El Sueño Eterno y luego ya films más modernos como Klute, Chinatown, Malas Calles, La Noche se mueve, El Largo Adiós, Fuego en el Cuerpo... Creó un grupo no muy numeroso de grandes actores y actrices que con su sola presencia nos introducían en las películas de ese género. Al frente de un reparto llenaban la pantalla con su poderosa presencia : Edward G. Robinson, Humprey Bogart, James Cagney, George Raft, Richard Widmark, Jonh Garfield, Alan Ladd, Fred McMurray, Gloria Grahame, Verónica Lake, Lizabeth Scott, Barbara Stanwyck, Joan Bennett, Robert Ryan, Dana Andrews, Clifton Webb, Dan Duryea, Linda Darnell... con directores como Fritz Lang, Jacques Tourneur, Edward Dmytryk, Raoul Walsh, Robert Siodmak, Nicholas Ray...

FELIX 6821