Nosotros tuvimos la oportunidad de conocerle hace once años. Nos unía una pasión común, el cine, y las charlas que mantuvimos fueron francamente interesantes. Por aquel entonces Aitzol era un joven desconocido. Había estudiado cinematografía y dirigido algunos cortos en vídeo y, en ese momento, trabajaba para la televisión mientras preparaba con entusiasmo el guión de "Terminal", su primer corto cinematográfico. Esta sutil historia construida a base de miradas y, sobre todo, de silencios, relata los diferentes encuentros en un autobús entre un hombre maduro y solitario, interpretado por el argentino Miguel Ángel Solá, y una yonqui al borde de la muerte, interpretada por Blanca Oteyza (mujer de Solá en la vida real). La fabulosa banda sonora compuesta por Bingen Mendizabal marca el compás del particular baile de estos dos personajes.
Gracias a este agridulce relato el ondarrutarra se reveló como una joven promesa del cine vasco. Su meticulosidad en el trabajo y su gran sensibilidad fueron recompensadas en numerosas ocasiones. "Terminal" triunfó en festivales de todo el mundo. Entre otros se alzó como ganador en el Festival de Cine Internacional de Cortometraje de Berlín del 2003, obtuvo el premio del público de Venecia (circuito off), el gran premio del Festival de Cine Internacional de Tabor (Croacia) y el del mejor cortometraje español en el Festival de Cine de Cinema Jove.
Tras el éxito obtenido con su primer trabajo a Aitzol le llegó su gran oportunidad, el rodaje de un largo.Su primera y, por desgracia, última película fue "Un poco de chocolate", basado en la novela de Unai Elorria Un tranvía en SP. El cuarteto protagonista no podía ser mejor: Héctor Alterio, Daniel Brühl, Julieta Serrano y Bárbara Goenaga. Es una película amable que destaca por su sencillez y sus buenas intenciones. Cuenta la influencia que ejercen dos hermanos septuagenarios, Lucas y María (Héctor Alterio y Julieta Serrano), sobre dos jóvenes solitarios, Marcos y Roma (Daniel Brühl y Bárbara Goenaga). Con esta película consiguió el Premio Jurado joven del Festival Internacional de Cine de Cartagena.
Últimamente Aitzol estaba muy ilusionado con un nuevo proyecto. En una conversación que mantuvimos hace apenas un mes me comentaba que quería rodar un thriller. Oírle hablar de sus nuevos proyectos era envidiable. Aunque su proyecto más ambicioso y que más sufrirá su perdida es su hija de tres años.
Mandamos un fuerte abrazo a toda su familia y amigos.
- Aitzol, un placer inolvidable haberte conocido. Descansa en paz.
Esti, Leire e Iñigo.
Para los que no tuvisteis el placer de conocerle os presentamos su corto "Terminal", muestra de su talento y sensibilidad.
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