sábado, 16 de octubre de 2010

5ª DISTORSIÓN


SAN CLEMENTE (1982)
En el año 1978 se eleva al parlamento italiano el proyecto de la Ley 180, que dejaba fuera de vigencia la antigua ley de 1904. Esta ley establece lo siguiente: se prohíbe la internación de pacientes en hospitales psiquiátricos (por ende la construcción de manicomios es un sin sentido y se promueve la abolición de los ya constituidos); cada región italiana debe implementar un programa de salud que promueva la reinserción social; la construcción de una red de servicios de salud mental en cada región; la recuperación de los derechos civiles; la ruptura en el código italiano de la asociación de locura y peligrosidad y la abolición de las leyes de represión de internación psiquiátrica.
Poco antes de entrar en vigor esta ley, el cineasta francés Raymond Depardon filmó un documento de gran valor histórico y sociológico en el manicomio de San Clemente en Venecia. Equipado con una cámara de 16mm y una sonidista, Depardon deambula con su cámara entre los muros de cemento de San Clemente filmando el devenir de los pacientes que, abandonados a su suerte, viven en sus bucles y paranoias particulares. Realmente los pacientes parecen ser los únicos pobladores de la isla, apenas vemos a los doctores y cuidadores, y es que en San Clemente se palpa la dejadez y la angustia de un sistema mortecino, excluyente y casi penitenciario. No en vano, el documental se abre con una reunión entre doctores y familiares en la que estos critican abiertamente la displicencia del centro hacia los pacientes. Unos pacientes que no existen, que de alguna manera están fuera de este mundo. Destacar la escena en que un grupo de pacientes salen a pasear por las calles de Venecia en pleno carnaval y son fotografiados por un joven francés. Cuando el joven pregunta donde puede enviar las fotos, una de las pacientes solo sabe decir San Clemente, pero no sabe dirección, ni distrito, para ella solo es San Clemente y fuera de sus muros todo es desconocido y volátil.
Depardon demuestra ser un realizador de gran intuición, en sus documentales no hay artificios no diegeticos, no utiliza voz en off, ni siquiera se muestra frente a la cámara como otros documentalistas más egocéntricos. La presencia de Depardon se intuye gracias a las muestras de humanidad de los personajes que se acercan a la cámara voluntariamente y nunca coaccionados por la situación, pues el objetivo de Depardon parece flotar por el espacio, siempre discreto y expectante ante la realidad pura e irrepetible que solo se presenta un segundo ante nosotros. La cámara recoge y muestra, dar un sentido y contextualizar la información que se nos ofrece, es cosa nuestra.
Cerramos este ciclo sobre la locura en el cine con el que creo que es uno de los documentos más impresionantes jamás filmados sobre la locura, no solo mental, sino social e institucional. Un documento para reflexionar sobre los niveles globales de cordura y sobre la discriminación y reclusión de aquello que no entendemos y que nos es ajeno. Una guinda para un pastel que esperamos repetir, pues este viaje a través de los intrincados mecanismos psicológicos humanos es tan alocado y desconocido como nuestra propia existencia, y la resolución de estos enigmas tiene visos de durar mucho, mucho tiempo...
David Rodríguez Muñiz
Un cuento oriental relata la historia de un hombre que andaba enfrentándose con una serpiente. Un día que nuestro hombre dormía, la serpiente deslizándose por su boca entreabierta fue a colocarse en su estómago y desde allí se dedicó a dictar su voluntad a aquel desgraciado, que, de este modo, se convirtió en su esclavo. El hombre se encontraba a merced de la serpiente: no era dueño de sus actos hasta que, un buen día, el hombre volvió a sentirse libre: la serpiente se había marchado. Pero de repente se dio cuenta de que no sabía qué hacer con su libertad. Durante todo el tiempo en que la serpiente mantuvo sobre él un dominio absoluto, el hombre se acostumbró a someter por completo su voluntad, deseos e impulsos a la voluntad de la serpiente, y por ello había perdido la voluntad de desear, querer y actuar con autonomía. En vez de la libertad, sólo hallaba el vacío… pero con la partida de la serpiente perdió su nueva esencia, adquirida durante su cautividad, y solo fue necesario que aprendiera a reconquistar, poco a poco, el contenido precedente y humano de su vida."
"La analogía entre esta fábula y la condición institucional del enfermo mental es sorprendente: parece ilustrar en forma de parábola, la incorporación por parte del enfermo mental de un enemigo que le destruye con la misma arbitrariedad y la misma violencia que la serpiente de la fábula ejerce para subyugar y destruir al hombre. Pero nuestro encuentro con el enfermo mental nos ha demostrado, además, que en esta sociedad "todos somos esclavos de la serpiente", y que si no intentamos destruirla o vomitarla, llegará el momento en que nunca más podremos recuperar el sentido humano de nuestra vida.”
Marcelo Rodriguez Ceberio (Perceptivas Sistémicas)
Artículo: David Rodriguez Muñiz
Cartel: Esti Zumake


3 comentarios:

  1. Buena cosa terminar este ciclo con un documental, que no hay nada mas duro que la dura realidad...
    A ver si le paso la plancha a mi traje de mujer invisible y me acerco a verla en plan elegante.
    Por cierto, por si alguien esta interesada en estas cuestiones de realismo nada mágico, buscando informacion sobre estos temas he encontrado reseña de un documental de 1967 titulado "Titicut Follies", filmado por un tal F. Wiseman. Trata sobre la vida de los presos en una cárcel psiquiátrica en Massachussets, de los abusos y maltratos que sufrieron por parte de carceleros y médicos.
    Se puede encontrar la versión original sin subtítulos en Internet. Como no se inglés solo he visto algunas escenas y, ufffff...

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  2. Buena aportación Mafalda. Ese documental pinta muy bien. Lástima que no este editado. Se te echaba de menos por aquí.

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  3. Es ke, con bloggeros tan ilustres por aquí, no me atrevía a asomar la nariz... A ver si alguien mas se anima, que me siento como la famélica inquilina, con poco que llevarme a los ojos de otros comentarios en este sitio en que me he alojado. Lo digo en voz baja, conste. Ups.

    Una curiosidad, he encontrado los subtítulos de "Titicut Follies" aquí:
    http://www.solosubtitulos.com/descargar-subtitulos/p13937.html
    Para abrir el archivo -es un poco raro-, hay que elegir la opción (botón dcho del ratón) "Abrir con" y luego "Aplicación MFC WORDPAD".
    Suerte.

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