lunes, 11 de octubre de 2010

4ª DISTORSIÓN




DE REPENTE, EL ÚLTIMO VERANO

En esta cuarta ocasión os ofrecemos la proyección de esta sensacional pieza dramática que emana de la colaboración codo con codo de dos grandes genios de la cinematografía y la literatura. Dirigida por el  prestigioso  Joseph L. Mankiewicz, “De repente, el último verano”  es la adaptación a la pantalla de la obra del célebre novelista Tennessee Williams, quien además participó en la elaboración del  guión cinematográfico junto al también prestigioso escritor Gore Vidal.

Subrayar  para quien no lo sepa que gran parte de la angustiosa obra de Tennessee Williams se nutre de sus experiencias personales. Tanto las situaciones como los personajes de sus novelas suelen corresponder con personas a las que el autor conoció personalmente y con acontecimientos que marcaron su vida. Uno de estos acontecimientos fue la locura que padecía su hermana Rose. El joven Tennessee estaba muy unido a ella a pesar de la esquizofrenia paranoide que padecía y jamás perdonó a sus padres que autorizaran una lobotomía pre frontal  como tratamiento. La operación fue un fracaso y Rose quedó incapacitada para siempre,  pasando el resto de su vida en un hospital mental. Esta  brutal experiencia convirtió la locura en un tema recurrente a lo largo de su carrera,  pero retratando al demente desde un punto de vista cercano y compasivo, como un ser tremendamente angustiado e indefenso ante lo0s demás, y no como a un monstruo peligroso al que hay que encerrar. De esta terrible vivencia surgen obras tan grandes como “El zoo de cristal”, la magnífica “Un tranvía llamado Deseo” o esta que nos ocupa, en la que el autor denuncia la práctica indiscriminada de la lobotomía y cuestiona la ética profesional en la medicina psiquiátrica del momento,  criticando la facilidad con la que se perforaban cráneos para hurgar en algo que todavía hoy, medio siglo después, sigue siendo un gran misterio para el hombre, el cerebro humano.

La historia transcurre en Nueva Orleans en el año 1937. Es un momento prolífico para la psiquiatría ya que la lobotomía se plantea como una novedosa solución para miles de familias que tienen parientes afectados de locura, asegurando  anular con esta intervención las conductas indeseables de los enfermos. La “venerable” Sra. Venable  (Katherine Hepburn), atraída por esta innovadora técnica, propone al joven doctor Cukrowicz (Montgomery Clift) donar los fondos para un nuevo hospital con la condición de que practique una lobotomía a su sobrina Catherine (Elizabeth Taylor), una delicada y hermosa joven que ha quedado desquiciada tras la repentina muerte durante un viaje por Europa de su primo Sebastian, idolatrado hijo de la Sra. Venable. Los firmes principios del joven doctor, que conoce las terribles consecuencias que conlleva esta intervención en el paciente, le obligan a llevar a cabo una intensa investigación para conocer qué pasó realmente el último verano.

Mankiewicz  recurre a intensos diálogos entre estos tres pesos pesados de la interpretación para sumergir al espectador en el pasado de estos personajes y aclarar el origen de este presente lleno de frustración y oscuras intenciones, en el que auténtico protagonista sigue siendo, a pesar de su ausencia, el enigmático Sebastian. A final de la cinta el director rompe con el discurso y  nos transporta al pasado mediante un feroz flashback  lleno de imágenes impresionantes que rozan el surrealismo, consiguiendo gracias a esto uno de los desenlaces más impactantes de la historia del cine.

Cabe destacar la fantástica fotografía en blanco y negro de Jack Hildyard (ganador del Oscar por El puente sobre el río Kwai  en 1957) y los soberbios decorados del director artístico William Kellner.

Cartel y texto: Esti Zumake

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