lunes, 9 de julio de 2012

Manuscrito inédito de Charles Chaplin; el largo y difícil camino entre la carrera y el deseo.


Charles Chaplin en "La quimera del oro".

La Filmoteca de Bolonia acaba de encontrar un manuscrito inédito de Charles Chaplin (1889-1977) en el que el genio británico pergeña una película basada en la vida del gran bailarín ruso Vaslav Nijinsky (1890-1950), al que conoció en Los Ángeles en 1917. 
El descubrimiento se produce tras una década de investigación en los archivos y en los apuntes del artista en el marco del llamado "Progetto Chaplin".

La alegría de los investigadores –que andaban indagando sobre la película Candilejas con motivo de su 60º aniversario— se convierte en nostalgia cuando, de la lectura del manuscrito, se llega a la conclusión de que Chaplin había encontrado el argumento y los mimbres necesarios para otra gran película… Una gran película que jamás llegó a filmar.

A lo largo de cuatro páginas con rayas, ya amarillas por el tiempo, Chaplin va esbozando de su puño y letra la historia que quiere contar. 

 “El tema principal de la obra es el hecho de que una carrera no conlleva la realización de los deseos del hombre, sino solo un camino que conduce a su destino”. 

Luego, Charles Chaplin traza los rasgos principales del protagonista, al que piensa llamar Naginsky y al que, entre otros, acompañarían en el reparto su esposa, un viejo amigo y un antiguo colega de profesión.  
Según cuenta en el manuscrito: 

Vaslav Nijinsky
"Naginsky, el gran genio del ballet ruso, era un hombre sencillo, tímido y con dificultad para expresarse, de orígenes humildes. Era hijo de un zapatero pobre que no se podía permitir darle la educación que deseaba. Esto convirtió a Naginsky en una persona tímida y dubitativa siempre que intentaba expresarse, pues era consciente de su gramática y del sonido de su voz poco musical…”.

Chaplin y Nijinsky se conocieron en 1917 cuando el bailarín visitó los estudios que el cineasta tenía en Los Ángeles durante el rodaje de Easy Street (Charlot en la calle de la paz). De origen polaco, Nijinsky, que además era coreógrafo, ya era célebre entonces por ser uno de los pocos bailarines de su época capaz de bailar “en pointe”, de puntas. Pero, según se desprende del manuscrito encontrado ahora, no era su virtuosismo lo que encandiló a Chaplin, sino su capacidad para cubrir de puntillas el largo y difícil camino entre la carrera y el deseo.


 Fuente; http://cultura.elpais.com/cultura/2012/06/28/actualidad/1340898134_094319.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario